Gérard Folus, el portavoz de la Liga Contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA) en Toulouse, rescata la decisión del tribunal de lo penal de París: “El veredicto del proceso Merah no es para nada satisfactorio para las familias de las víctimas, y nosotros también lo reprobamos. Durante el proceso, el comportamiento arrogante y provocador de los acusados nos llevan a condenar firmemente el nivel de odio y peligrosidad al que han llegado los islamistas radicales, que no han dado señales de ningún remordimiento y además se han mostrado totalmente indiferentes al sufrimiento de los familiares de las víctimas.
Nuestra asociación, que es parte civil en el proceso, recuerda que el antisemitismo sigue presente. Las inscripciones injuriosas en la tumba de Ilan Halimi lo atestiguan. El acto odioso de Mohamed Merah en la escuela judía también fue un acto antisemita.
Nuestro país ha pagado el más alto precio por el fanatismo islamista que ha azotado indistintamente a ciudadanos de todos los orígenes. Debemos imperativamente evaluar la importancia de esta ideología destructiva y combatirla mediante la prevención y con mensajes educativos junto de todos los jóvenes.
La ciudad de Toulouse, con una larga tradición de acogida fraternal, debe mantener ese espíritu, el diálogo y la actuación en conjunto, pero nadie puede olvidar lo ocurrido el 19 de marzo del 2012 en la escuela Ozar Hatorah. No podemos abandonar a su suerte los territorios perdidos de la República, verdadero peligro para nuestros valores y para la democracia.”
La ciudad de Toulouse, con una larga tradición de acogida fraternal, debe mantener ese espíritu, el diálogo y la actuación en conjunto, pero nadie puede olvidar lo ocurrido el 19 de marzo del 2012 en la escuela Ozar Hatorah. No podemos abandonar a su suerte los territorios perdidos de la República, verdadero peligro para nuestros valores y para la democracia.”
Trad. F. Serra Lopes
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